Los rodamientos cerámicos se han popularizado bastante en montajes de bicicletas de alta gama. Son ya la elección prioritaria de muchos ciclistas de todas las disciplinas en componentes como las roldanas, bujes, pedalier o dirección. Analizamos el por qué de su popularización y qué ventajas reales ofrecen al ciclista.
Actualmente podemos encontrar componentes móviles de la bicicleta con dos tipos de rodamientos: normales o de acero y de alto rendimiento o cerámicos (Nitruro de Silicio, generalmente). Estos últimos cada vez se están popularizando más entre ciclistas de competición. O aficionados que se toman muy en serio sus entrenamientos o carreras.
Los lanzamientos de patas del desviador trasero con roldanas sobredimensionadas en las últimas temporadas, como la HollowCage de AbsoluteBlack, o la Kogel Kolossos, cuyos rodamientos son cerámicos, han creado el debate sobre la necesidad de invertir en este tipo de rodamientos, para mejorar el rendimiento de la bicicleta y, por añadido, el del ciclista.
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Porque, de entrada, hay que pensárselo dos veces para comprar una pieza de este tipo para instalarla en la bici. Los rodamientos cerámicos siguen siendo muy caros. Tanto que pueden hasta quintuplicar el precio de los rodamientos tradicionales de acero. Por ello analizamos sus ventajas, para que tú puedas sacar tus conclusiones sobre si de verdad merece la pena tenerlos en tu bicicleta.
Rodamientos cerámicos: ventajas principales
La alta inversión en rodamientos cerámicos conlleva una serie de ventajas tanto para el funcionamiento de la bicicleta y el rendimiento del ciclista, por este orden de importancia.
Es, indudablemente, la mayor ventaja del montaje de piezas con rodamientos cerámicos. El material utilizado de las partes móviles (bolas, agujas o casquillos) es más duro y también más liso, por lo que roza menos y también se desgasta menos que los de acero. Este menor roce con la pista de deslizamiento hace que la parte móvil (una roldana, un eje de pedalier) ruede más suave y rápida.
La menor fricción de las partes móviles del componente necesitan menos fuerza para girar. Así, el ciclista acaba ahorrando un pequeño número de vatios para alcanzar la misma velocidad. La ganancia, de media, y atendiendo a los principales estudios sobre la materia, no es muy significativa y está cerca de los 10 vatios, si contamos con rodamientos cerámicos en las principales partes implicadas en el movimiento de la bicicleta: bujes, pedalier y roldanas de cambio. Pero en el ciclismo de alto rendimiento todo suma y eso se nota en los detalles.
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Al rozar menos sobre la pista de deslizamiento y moverse por ella con más suavidad, el desgaste de las bolas o agujas es menor, siendo así más resistentes y duraderos (lo puedes comprobar en el vídeo de arriba). No obstante, en este punto hay que hacer una distinción entre los dos tipos principales de rodamientos cerámicos, según el material de esta pista de deslizamiento: híbridos (pista de acero) o integrales (pista cerámica).
Los primeros son algo menos exclusivos, pero se desgastan más rápido que los segundos. Así, tendrás que valorar también este aspecto a la hora de elegir unos u otros en función de la mejora que necesites para tu bicicleta.
El menor desgaste y la mayor duración implica también menos mantenimiento, necesitan ser lubricados con menos frecuencia que los de acero. Además, los rodamientos cerámicos suelen tener su jaula sellada, lo que les protege de la penetración de agentes externos como agua o polvo. Sin embargo, un daño o rotura de rodamientos cerámicos puede ser mucho más costoso de reparar que teniendo de acero.
Dónde y para qué modalidad instalarlos
Los rodamientos cerámicos han sido coto tradicional de las bicicletas de carretera desde hace ya unos años. El mayor interés o necesidad por ganar vatios en cualquier circunstancia ha permitido que las partes cerámicas, sobre todo en transmisión y ruedas, se extiendan rápidamente en las bicis del pelotón.
Por ello, si practicas habitualmente ciclismo de carretera y quieres obtener ganancias puntuales a nivel mecánico, invertir en rodamientos cerámicos, especialmente en bujes y roldanas, puede resultar una buena decisión. En este último caso, deberás tener en cuenta el aumento de precio. Un recambio de pata de cambio con roldanas convencionales no debería superar los 60 euros en grupos de gama media-alta (Shimano Ultegra o SRAM Force, por ejemplo). Mientras que las versiones cerámicas se pueden ir por encima de los 200 euros.
Para el caso del MTB, invertir en rodamientos cerámicos no tiene tanta utilidad o beneficios en un nivel aficionado medio. Sí algo más en el caso de competir Cross Country o Enduro, donde las 'ganancias marginales' están teniendo cada vez más importancia. Además, los rodamientos cerámicos, especialmente del pedalier, al venir sellados y necesitar menos lubricación para moverse, resultan bastante útiles y funcionan mejor en trazados embarrados o mojados, evitando los incómodos crujidos al pedalear.
Conclusión: numerosas ventajas, pero no decisivas
En definitiva, llevar rodamientos cerámicos en las partes móviles de tu bicicleta aporta ventajas relacionadas con la menor fricción y menor desgaste de las piezas. Pero, a la hora de mejorar el rendimiento, el beneficio es puntual en un contexto de competición o entrenamientos intensos y casi marginal a un nivel de cicloturista.
Además, estas mejoras se percibe más en el ciclismo de carretera y no tanto a la hora de practicar Mountain Bike. Así que si estás interesado en comenzar a mejorar tu bici por este aspecto, ten en cuenta estos matices a la hora de cambiar tus componentes. Aparte del hándicap principal del elevado precio.