Las ruedas de perfil alto son tendencia en el ciclismo de carretera y no sólo a nivel profesional. También entre los aficionados se ven cada vez más. Te explicamos las ventajas qué tienen y si te conviene o no instalar unas en tu bicicleta.
Para rodar rápido en ciclismo de carretera el factor de la aerodinámica es fundamental. Tanto a nivel mecánico, como a nivel físico, es conveniente realizar adaptaciones para lograr la mínima fricción con el aire para aprovechar al máximo cada pedalada.
Las ruedas, en este nivel mecánico, como en otros aspectos clave como el peso o la rigidez, se convierten en un componente fundamental. Es a través del tamaño de su perfil por el que lograremos buena parte de estas mejoras de aerodinámica.
Por esto, y por otra serie de cualidades igual de importantes, es por lo que las ruedas de perfil alto están en auge.
Ruedas de perfil alto o bajo, ¿qué diferencias hay?
El auge y diversificación de llantas de carretera de diferentes tamaños ha hecho establecer una clasificación de modelos en función del tamaño de su perfil, expresado en mm. Así, y antes de entrar de lleno sobre qué beneficios tienen estas ruedas, es conveniente tener claros sus tipos:
- Perfil bajo: se trata de las ruedas de carretera convencionales, con perfiles que no superan los 30 mm de altura. Son modelos más ligeros, orientadas sobre todo para subir y bajar puertos de montaña, aunque poseen también una marcada polivalencia.
- Perfil medio: un tipo en auge, tanto en el cicloturismo como también en la competición. Mezcla los beneficios de ligereza con ciertas mejoras aerodinámicas y de rigidez. El perfil se suele situar entre los 30 y 40 mm.
- Perfil alto: priorizan el rendimiento aerodinámico sobre otras cuestiones como el peso. Se utilizan sobre todo en competición y su perfil oscila entre 40 y 65 mm, aproximadamente. Hay modelos tanto en aluminio como en carbono. Aunque este último material se vuelve crucial para contener el peso y aprovechar al máximo sus beneficios.
Además, no podemos olvidar las ruedas de bastones y lenticulares. Aportan un nivel extra de rigidez y aerodinámica y se utilizan, principalmente, en pruebas contrarreloj y triatlones de corta o larga distancia.
¿Qué ventajas tienen?
- Mejor aerodinámica: ya hemos mencionado que uno de los principales alicientes para comprar estas ruedas son sus beneficios aerodinámicos. Los últimos estudios hablan de entre un 10 y 15% de mejora de unas ruedas de perfil alto con respecto a unas convencionales, usando el mismo tipo de material.
Al cortar el flujo del aire por la presencia de más material opaco en los laterales y circunferencia interior, aquel se desvía hacia el exterior, generando menos fricción y haciendo que la energía de cada pedalada se pierda menos. Ésta es la base de la mejora. Pero hay que tener en cuenta que se empieza a notar llevando una velocidad media-alta sostenida, superior a los 30 km/h.
- Mayor rigidez: aumentar el tamaño del perfil de la llanta implica añadir más superficie a la estructura de la rueda y cortar longitud a los radios. Modificaciones que acaban incrementando la rigidez. Cuanto mayor sea ésta, mejor será la transferencia de la potencia generada con el pedaleo, a nivel vertical (donde se nota más el aumento de perfil) y lateral (aquí intervienen tanto perfil, como la inclinación de los radios y el ancho del buje).
¿E inconvenientes?
- Más peso: el aumento de tamaño del perfil implica el uso de una cantidad mayor de material, lo que aumenta el peso de la llanta. Analizando diferentes tipos de perfil, podemos establecer un incremento de peso medio de 100 g entre uno bajo y otro medio, y otros 100 g entre uno medio y alto. Más peso es sinónimo de peor aceleración y más incomodidad a la hora de subir.
- Más incómodas: se percibe sobre todo en carreteras con asfalto irregular, adoquinado, etc. La menor longitud de los radios y el incremento de la rigidez hace que la rueda actúe como un bloque más sólido, reduciendo la capacidad de absorción de la propia llanta y los radios.
- Menos manejables con viento lateral: es uno de los hándicaps más importantes de estas llantas. Los cambios en la dirección del viento las hacen más ingobernables, así como las rachas repentinas y también en las curvas. El choque del viento con el lateral, al ser de mayor superficie, es más violento y no se disipa con tanta facilidad como las de perfil bajo.
Conclusiones, ¿merecen la pena las ruedas de perfil alto?
Con todos estos condicionantes, vemos que estos modelos de rueda están acotados a unos usos y recorridos concretos. Son, fundamentalmente, para rodar en el llano a alta velocidad y en condiciones de poco viento lateral.
Así, si aún no consigues rodar a velocidades medias destacadas, por encima de los 30 km/h, te recomendamos que sigas optando por ruedas convencionales. También si lo que te gusta es subir o bajar puertos. Cada vez vemos más a profesionales usar ruedas con grandes perfiles en etapas de montaña. Pero su gran estado de forma les permite aprovechar su rendimiento aerodinámico incluso en los puertos. Para un ciclista principiante u ocasional este beneficio no es apenas palpable y encima se añade más peso, lo que implica más desgaste e incomodidad para escalar.
Una opción más atractiva de aprovechar al máximo tus ruedas es hacerte con un par de perfil medio y en carbono. En temas de precio el aumento vendrá dado sobre todo por el tipo de material, no por el mayor o menor perfil de llanta. Un perfil medio te permitirá ahorrar energía en el llano a un mismo ritmo, mientras que el aumento de peso no será tan perceptible o perjudicial.
