Sillín y manillar Shotgun: Pura diversión en familia

Sillín y manillar Shotgun: Pura diversión en familia

Reconozcámoslo, aunque todos queremos que nuestros pequeños elijan su propio camino, nos hace una ilusión enorme que compartan nuestras mismas aficiones. Ese es uno de los motivos, aunque a veces incluso no seamos conscientes, de que siempre que podamos nos los llevemos con nosotros en nuestros paseos, en muchos casos en una sillita colocada tras nosotros.

Pero ahora, si os paráis a pensar… ¿Cuántas veces se quedan dormidos? ¡Genial! Si es lo que queréis. Ahora bien, si lo que queréis es que disfruten, que lo pasen bien, que se les despierte el gusanillo y piensen en la bici como algo divertido, les gustará más el sillín Shotgun, junto con el manillar accesorio.

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Eso sí, es para niñas y niños de entre 2 y 5 años -o máximo 22 kg- ya que cambiarán la sillita por un sillín como el nuestro, contarán con su propio manillar y estriberas y, lo más importante, ¡podrán verlo todo porque irán delante!

Este sillín infantil se instala en el cuadro de la bici, entre el manillar y nuestro propio sillín. El manillar accesorio para los peques se acopla sobre el nuestro.

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Hasta aquí suena muy sencillo. Pero no voy a negarlo, en la prueba que pude hacer con mi sobrinita de 3 años recién cumplidos, el inicio no fue tan fácil como pensábamos. Aunque eso os lo contaré más adelante.

Unos minutos y listos

Para empezar, quiero aclarar que sillín y manillar no vienen juntos en un mismo paquete sino que se venden por separado. Y, sinceramente, creo que vale la pena adquirir las dos cosas.

Aunque el peque podría sujetarse en nuestro propio manillar, para él sería mucho más incómodo y notaría más las irregularidades del suelo. Eso, especialmente si vamos a practicar MTB, podría llegar a cansarle demasiado y dejar de ser una experiencia divertida, que es de lo que se trata.

Dicho esto, la instalación del conjunto es muy sencilla y apenas os llevará unos 15 minutos. Como ocurre con todo, la primera vez seguro que tardáis algo más porque tendréis que entender qué es cada cosa y cómo se coloca. Pero aun así, incluso esa primera vez, apenas tardaréis 5 minutos más porque es realmente fácil e intuitivo.

Además, la caja también incluye las 3 herramientas que necesitaréis, básicamente para enroscar y desenroscar. Poco más.

La tija del sillín, que incorpora los reposapiés en la parte baja, se puede ajustar en ancho y ángulo para adaptarla a cualquier cuadro, aunque no en longitud.

Todas las zonas que entran en contacto con nuestra bici cuentan con protectores de goma, también el manillar accesorio, que cuenta con insertos para ajustarlo a manillares con diámetros de 25,4 mm, 31,8 mm y 35 mm, planos o de estilo riser.

Todo fue como la seda. Adaptar el ancho y ángulo del sillín al cuadro de tu bici es completamente intuitivo y montar el manillar, si no hay problemas de ancho como fue nuestro caso, es lo más sencillo del mundo.

A la hora de guardar, mil veces más cómodo que las típicas sillitas traseras. Lo vuelves a colocar todo en su caja original, con su pertinente hueco para cada objeto y fundas protectoras, y listo. Ocupa mucho menos espacio y lo conservaréis en perfecto estado.

Un mar de emociones

Como os decía al inicio, ni de lejos pensamos que nos costaría tanto subir a mi sobrina al sillín Shotgun. No suele ser una niña asustadiza. De hecho, le encanta salir con su bici y lanzarse por pendientes. Pero cuando llegó el momento de subir a una bici tan grande… Eso ya no le hizo tanta gracia.

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Lo cierto es que no le gustó nada la idea. Se asustó, no quería ni intentar subir, se negaba en rotundo. No paraba de llorar diciendo que no hasta que, al final, pudimos convencerla de que lo intentara y accedió a subir conmigo.

¡Y qué momentazo! Tan solo hizo falta dar un par de pedaladas, coger un poco de velocidad y la sonrisa ya le iba de oreja a oreja -y sus gritos me dejaban felizmente sorda-.

Luego, como seguramente pasará con muchas niñas y niños, ya fue cogiendo confianza y entonces apareció un nuevo “problemilla”, que deberéis tener presente cuando salgáis con vuestros hijos y el sillín y manillar Shotgun.

A la que ya se sintió cómoda y segura, apenas necesitó un par de minutos, se vino arriba y decidió que, si tenía su propio manillar, era para llevar ella la bici. Los frenos por supuesto también, para ella.

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Por suerte apenas tiene fuerza al manillar y es algo con lo que puedes lidiar sin problemas. Respecto a los frenos, como nosotros también tenemos allí nuestras manos, es fácil detenerla. Eso, además de lo más o menos obediente que sea luego cada niño cuando le expliques que eso no tiene que hacerlo.

En marcha con el sillín y manillar Shotgun

Al margen de cómo se lo puedan pasar los peques -de verdad era impresionante ver su cara-, también es importante la comodidad. No podemos olvidar que vamos a salir en bici, a practicar deporte con nuestro pequeño y esa comodidad al final se traduce en seguridad.

Respecto a los niños, aunque está pensado para usar entre los 2 y 5 años -o hasta 22 kg-, como sean un poco grandes será justo. Como os decíamos, el conjunto incorpora en la tija estriberas para los peques y estas no son graduables en longitud.

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Mi sobrina de 3 años iba cómoda, pero lo cierto es que ya la veías justita y con las piernas bastante encogidas. Aunque también debo reconocer que para su edad está muy alta. Y, por otro lado, eso no afectó en nada a su diversión ni a nuestra comodidad. ¡Ella decía que estaba de maravilla!

Pero lo que os quería explicar en este apartado es cómo fue la experiencia de llevarla. Yo soy más bien bajita, no llego a 160 cm, y pensaba que con mi sobrina delante podría tener un problema de visión.

En este caso no fue así, pero a la que crezca un poco yo no podré llevarla. Por eso es muy importante, si decidís adquirir el sillín Shotgun, que tengáis claro que podréis ver con el niño sentado delante vuestro.

Cuando son tan pequeños es difícil que tengáis problemas, ¡no los tuve yo!, pero si ya son más mayores… Aseguraos.

Superado el asunto de la visibilidad, debo decir que a nivel de manejabilidad tampoco me supuso ningún problema.

Al estar sentados sobre el marco, los peques quedan en un punto centrado que te permite llegar sin ningún problema al manillar y los mandos. Pedaleando, ni si quiera notaréis que lo lleváis.

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La distribución de peso queda tan bien centrada que podréis rodar, ya sea de paseo o practicando MTB, sin ningún problema.

Asunto que me recuerda otro detalle importante, que este sillín, a diferencia de las voluminosas sillitas traseras, también se puede usar con bicicletas de suspensión total.

Dicho esto, jamás había visto a mi sobrina reírse tanto sobre una bici. Con la suya se lo pasa de maravilla, pero sus límites no son los nuestros. Con el sillín y manillar Shotgun, sintió nuevas sensaciones y una nueva velocidad que ella todavía no puede alcanzar.

Y siendo sincera... Incluso para mí fue una experiencia nueva. Porque al tenerla delante, tan cerca, puedes interactuar continuamente con ella, hablar, preguntarle por dónde quiere ir y que sienta que participa... ¡Esto sí es salir en bici con los peques!

Si queréis haceros un regalo para la familia, no dudéis en echar un vistazo a la web de la marca para conocer aún mejor y con todo detalle el combo sillín y manillar Shotgun, que estará pronto disponible en su pagina web.

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