Campeón del mundo y campeón de la copa del mundo de DH.
A sus 40 años, Steve Peat sigue teniendo la misma ilusión que cuando empezó a deslumbrar al mundo del DH con su coraje en la Copa del Mundo. Ha llovido mucho desde su estreno en la World Cup en 1994, pero Peaty no sólo sigue siendo uno de los pilotos más rápidos, también sigue siendo una verdadera estrella, dentro y fuera de los circuitos.
Fotos: Jesús Martínez, Carmen Herrero
A su edad, son muchos los que empiezan a pensar en cambiar el rumbo de su vida, en dar un golpe de timón a su carrera personal y buscar nuevos alicientes. No es el caso de Steve Peat. Reconoce que el hecho de pasar por el altar hace diez años y tener dos hijos de cuatro y nueve años le ha ayudado a encontrar estabilidad en su vida, a reflexionar más las cosas y ver el mundo con otra mirada, pero niega que estos pasos que muchos acabamos dando en la vida tarde o temprano hayan afectado a sus ganas o a su agresividad sobre la bici.
De hecho, este apasionado seguidor de los Artic Monkeys, que aborrece el fútbol, encuentra en el empuje de los jóvenes valores del descenso una motivación extra para intentar seguir saliendo en la foto del podio de los principales eventos DH. El británico es una auténtica estrella del mountain bike internacional. Lo sabe y le gusta serlo. Próximo y divertido a la vez, hablamos con Peaty tras la carrera del DH de Sant Andreu.
El campeón del mundo de 2009 y tres veces campeón de la Copa del Mundo (2002, 2004 y 2006) necesitó varios minutos para poder expresarse con claridad, pues estaba realmente sorprendido con el gran ambiente que se vive en esta carrera y con el gran recibimiento que tuvo una figura internacional como él. Enamorado de la clásica comida británica fish and chips –pescado y patatas fritas– y del sabor único de la cerveza Stella Artois, Peaty nos reconocía fuera de micrófono que en pocos lugares se había encontrado tan arropado como en Sant Andreu de la Barca. Su presencia despertó pasiones y firmó tantos autógrafos, que casi tiene que ponerse una muñequera al acabar el fin de semana de tanto que le dolía la mano. Como a día de hoy hacen sus hijos, Peat empezó en el BMX. Dejó la escuela a los 19 años y creció siguiendo la sombra de dos de sus ídolos: Jason McRoy –el primer británico en correr en las filas de un equipo de mountain bike norteamericano– y John Tomac.
Steve, puede que no hayas ganado la prueba de Sant Andreu, pero si sumamos los aplausos recibidos, te llevas la medalla de oro.
Ja, ja, ja. Es verdad, aquí el ambiente ha sido impresionante. Lo mejor de todo ha sido el público. La carrera fue divertida, y el circuito era corto e intenso.
¿Cuáles van a ser los objetivos de Peaty esta temporada?
Voy a disputar las pruebas de la Copa del Mundo, las carreras británicas de DH y un grupo selecto de pruebas. Mi objetivo sigue siendo el de ganar carreras.
No significa nada, de verdad. Es divertido luchar con los chicos jóvenes y que después ellos te pregunten cómo lo has hecho para ser tan competitivo.
¿Qué es lo que más aprendido todos estos años?
La experiencia es ahora una parte importante de mi pilotaje. Sé cuándo y cómo puedo forzar al máximo y cuándo no es tan bueno forzar al máximo.
¿Has tenido que cambiar tu estilo de pilotaje?
Sí, te diría que mi estilo de pilotaje ha evolucionado a la misma velocidad que las bicicletas y los circuitos. Las cosas están siempre en constante movimiento hacia delante y tú también tienes que evolucionar.
Un tipo como tú, que lo ha ganado todo, ¿sigue manteniendo la misma ilusión por las exigencias propias de la competición?
Disfruto de la competición, esto no ha cambiado. Cuando te centras en las carreras y compites, no hay nada mejor. Lo que hago es, sin ninguna duda, mi trabajo ideal.
Decías hace un momento que has tenido que adaptar tu estilo de pilotaje; al ser más veterano, ¿has perdido agresividad?
Mmm... Ciertamente, ahora estoy más centrado como competidor. Domino más todas las situaciones, pero esto no quiere decir que no sea agresivo. Al contrario, con la experiencia que tengo acumulada, sé perfectamente cuándo tengo que ser agresivo con la bici.
¿Qué recuerdas de tu estreno en la Copa del Mundo?
Era un joven británico que iba muy, pero que muy rápido en Gran Bretaña y que intentó ir realmente rápido en su primera Copa del Mundo, pero a quien se le saltó la cadena cuando estaba buscando un buen tiempo para la carrera. Fue en 1994. ¡Cuánto tiempo ha pasado!
Como dices tú, 1994, uf, ¡cuánto tiempo ha pasado! Han sido y son muchos años y muchas carreras, ¿qué destacarías en todo este tiempo de la evolución de la Copa del Mundo DH?
Pienso que en la actualidad los circuitos de la Copa del Mundo de Descenso son más fáciles, más sencillos ahora que hace unos años. Creo que antes los circuitos eran más técnicos.
Pero la máquina del DH no se detiene.
Exacto, eso sí. Como te decía, las carreras, el mundo de la competición está en constante evolución y crecimiento. Las bicicletas cada vez son mejores y los pilotos cada vez van más fuertes. Todas las partes que forman parte de este mundo están en constante progresión.
Si estuviera en tus manos, ¿qué cambios harías en la Copa del Mundo DH, en la alta competición?
No demasiados, la verdad. Me gusta vivir y disfrutar del momento. No necesitamos demasiados cambios. Las cosas van bien.
Sumas infinidad de carreras en la Copa del Mundo, con casi 17 pruebas ganadas y más de 50 podios. ¿Qué carrera representó para ti un golpe decisivo en tu trayectoria?
Fort William 2005. Fue muy importante para mí. Había 20.000 espectadores gritando mi nombre. Fue una sensación indescriptible.
Y, de todas las victorias, ¿te quedas con...?
Con el Mundial de 2009. Ser campeón del mundo es lo máximo, y me llevó mucho tiempo conseguirlo. Creo que significó mucho para mí.
En todos estos años, ¿qué tres rivales te han puesto las cosas más difíciles estos años? ¿Qué riders te han obligado a exprimirte al máximo?
Nicolas Vouilloz, Greg Minnaar y Sam Hill. Cada uno tiene su estilo, pero los tres han sido muy difíciles de superar.
Y de los actuales descenders, ¿cuáles te gustan más?
Me gustan mucho Josh Bryceland y Stevie Smith, este tipo de pilotos. Cuando los ves competir, ves que disfrutan con la bici, y esto después se traduce en sus resultados.
¿Y de los más jóvenes?
Me quedo con Brad Swinbank y Frazer McGlone.
Porque, a tu juicio, ¿qué cualidades debe tener un buen descender?
Ser fuertes, estar dotados técnicamente, tener una mente positiva y una buena actitud ante las dificultades.
¿Cuáles son los circuitos que le gustan más a Steve Peat?
Rápidos y fluidos, con secciones a lo largo del descenso, de la vieja escuela.
Si pilotaras una de tus primeras bicis DH,¿podrías ganar alguna carrera a día de hoy?
¿Con una bici antigua? No, no lo creo. Piensa que las bicis han evolucionado en los últimos años de una forma bárbara.
¿Cuál sería tu mejor virtud?
Sinceramente, creo que tengo un poco de todo. Esta consistencia, el tener un cúmulo distinto de virtudes, es lo que te permite estar entre los mejores del mundo.
Cada vez son más los descenders que prueban el enduro, ¿te gusta a ti?
No está mal. Hice un par de carreras la temporada pasada y haré alguna más este año, pero el enduro es mejor o es más indicado para los bikers amateurs que para los que somos profesionales de esto.
Eres uno de los pocos descenders que está casado. Lucir el anillo de casado en el dedo, ¿te cambió como piloto?
Ja, ja, ja. Es cierto, me casé hace diez años, pero yo no creo que haya cambiado mucho. Mi esposa es una gran persona y me respalda al 100 %.
Tienes dos hijos, ¿te sientes más responsable?
Pienso que tener hijos te hace ser más responsable. Creo no, estoy seguro. Pero las carreras son mi trabajo y creo que estoy haciendo bien mi trabajo. Una cosa no influye negativamente en la otra.
Imagina que quieren seguir tus pasos en el DH.
Hombre, uno tiene cuatro y el otro nueve años, y lo cierto es que les encanta el BMX, así que puede que de aquí a un tiempo decidan probar el mountain bike. No estoy seguro de lo que les diré cuando llegué el momento, ja, ja, ja.
Montas la Santa Cruz V10 carbon, ¿qué destacarías de ella?
Su ligereza, lo rígida y sensible que es. Tiene, transmite una sensibilidad enorme. La V10 es una bici increíble.
Una curiosidad, ¿por qué hay tantos buenos descenders británicos, si tampoco tenéis grandes montañas con muchos desniveles?
Cierto, pero tenemos muchas colinas, muchas pequeñas montañas, y no tenemos telesillas para remontar la bajada, por lo que no somos perezosos y cargamos siempre con la bici hacia arriba.
Con 40 años, ¿cuánto tiempo te veremos compitiendo al máximo?
Por los siglos de los siglos, amigo.
Y ¿qué harás cuando te bajes de la bici?
Nunca lo dejaré del todo. Seguiré montando en bici y disfrutaré más de mis hijos. De hecho, me gusta disfrutar de los momentos que paso con ellos y mi esposa.
Es conocida tu predilección por la cerveza Stella Artois. ¿Cuántas te puedes beber en un día?
¡Es tan buena la Stella!, amigo. Todo depende de lo largo que sea el día. En función de ello puedo beber más o menos cervezas. Si empiezo el día acompañándolo con una cerveza en el desayuno, ten por seguro que después vendrán muchas más, ja, ja, ja.
Además, damos fe que le gusta compartir una buena Stella con los que le rodean y que es un tipo agradecido. No se fue de Sant Andreu sin disfrutar de una Stella con Lluís Oulego –corazón y cabeza de la carrera– con calma, y agradecerle así la hospitalidad recibida.