Strava ha comunicado que su aplicación para móviles cesará de emparejarse con sensores que se conecten mediante Ant+ y Bluetooth.
La fecha elegida es el próximo 28 de octubre, y esta decisión se debe a que la conexión mediante sensores genera demasiados problemas, afectando la estabilidad de la aplicación y provocando cierres inesperados que afectan a millones de usuarios.
Por lo visto, no han encontrado ninguna manera de frenar este problema, por lo que han considerado que esta era la única solución al respecto.
La alternativa para aquellos que emparejaban sensores de cadencia, de ritmo cardíaco o medidores de potencia, entre otros, será utilizar otra aplicación que luego se pueda sincronizar a Strava. O el uso de otros dispositivos como un GPS o Smartwatch, que no se verán afectado por este cambio.
Parte del comunicado de Strava dice lo siguiente:
«A partir del 28 de octubre de 2019, los sensores Bluetooth y ANT + ya no se emparejarán directamente con la aplicación para móviles de Strava. Esto significa que, por ejemplo, si registra actividades utilizando la aplicación de Strava, no podrás registrar tu frecuencia cardíaca u otros datos del sensor Bluetooth. El soporte de dispositivos Bluetooth estaba causando que la aplicación se bloqueara durante la grabación, hubiera o no un sensor conectado. Deshabilitando esta función mejorará significativamente la estabilidad de la app para todos los atletas».
Pésimo, porque si bien Strava tiene muy buena funcionabilidad respecto a mostrar una altura geográfica estable (razón por la cual dejé de usar runtastic), el no controlar tu ritmo cardiaco es como caminar entre un pantano. Tener que usar otra aplicación para luego trasladar los datos a Strava no conviene mucho, considerando que las otras aplicaciones ya vienen con todo eso incorporado. Muy mala noticia y esperamos que eso cambie quizás a futuro, especialmente por los que pagamos por la aplicación y en caso particular no se me ha cerrado la aplicación.