Gana en ciclocross, carretera, Mountain Bike y hasta con bicicleta eléctrica. Ni la modalidad, ni el tipo de bicicleta, es un problema para Tom Pidcock, el nuevo diamante en bruto del ciclismo, con una historia de crecimiento desde las categorías inferiores sorprendente, que analizamos a continuación.
Si hace unas semanas hacíamos un repaso de la carrera deportiva del ciclista número uno del mundo, el esloveno Primoz Roglic, de cómo descubrió el ciclismo tarde a raíz de un grave de accidente, en esta ocasión analizamos una historia totalmente contrapuesta: la de Thomas Pidcock.
Al contrario que la de Roglic, la de Pidcock es una carrera deportiva construida desde cero, casi desde la cuna. El británico es un ciclista de cantera, formado en las escuelas de su país, que sumó su innato talento y la confianza de sus padres y preparadores, para explotar como gran corredor desde la categoría Junior.
Talento puro de cantera

Tom Pidcock sólo tiene 21 años, pero ha sido campeón del mundo en tres disciplinas diferentes: ciclocross, Mountain Bike y ciclismo de carretera. Todas ellas en las dos categorías inferiores previas al salto a profesionales: Junior y Sub23. Sería un rara avis hace décadas, que un ciclista esté preparando su salto a la élite ganando en tres disciplinas diferentes.
Pero en el ciclismo actual ya no es tan raro que corredores en formación compitan en varias modalidades diferentes. Un método multidisciplinar al que es fiel British Cycling, la federación británica de ciclismo en la que Pidcock se ha formado. Los británicos son expertos en ir pasando corredores de la pista a la carretera con bastante éxito, como Mark Cavendish, Bradley Wiggins o Geraint Thomas.
En el caso de Pidcock, su evolución siempre se ha movido entre los caminos y el asfalto, entre el ciclocross y la pura carretera, para forjar su carácter de campeón.
Ciclocross, el origen ciclista de Tom Pidcock

Thomas Pidcock, originario de Leeds, en Yorkshire, una de las regiones inglesas con más tradición ciclista, aprendió a montar en bici cuando sólo tenía 3 años. Siendo hijo de ciclistas, muy pronto aprendería a moverse con ella a todas partes: al colegio, al parque a jugar con sus amigos o su hermano o competir en las primeras carreras.
Pidcock vivía encima de dos ruedas. Las broncas del director de su escuela eran frecuentes por andar la bici en el patio del colegio o hacer caballitos. Ese carácter un tanto gamberro y de chico malo lo trasladó a las primeras salidas con sus amigos, en las que competían entre ellos por auténticos caminos embarrados.
Hacía entrenamientos con 10 años en un parque todas las mañanas, antes de ir al colegio
A los 10 años se comenzó a tomarse en serio lo de entrenar. Madrugaba diariamente para hacer varios circuitos de unos campos de juego cercanos al colegio. Sus padres le aconsejaron no tomarse tan en serio el ciclismo hasta que no fuera más mayor. Pero para Pidcock ya no había vuelta atrás: de mayor quería hacerse ciclista profesional y empujó para que sus progenitores le llevasen a competir en las carreras de Yorkshire.
2017: Campeón del Mundo por partida doble

Desde sus primeras carreras con 10 años, en el 2009, hasta su desembarco en la categoría Junior, en 2016, corriendo ya pruebas internacionales, Pidcock hizo principalmente carretera y ciclocross, pero también compitió en pista y Mountain Bike.
Pero fueron sus frecuentes victorias en los circuitos de ciclocross nacionales y su buen desempeño en las primeras pruebas del calendario belga, los que llevaron a la federación británica a seleccionarlo para disputar el Campeonato de Europa Junior de ciclocross, celebrado en Pontchâteau (Francia) el 30 de octubre. Allí logró su primera gran victoria internacional, llegando en solitario con una ventaja sobre el segundo clasificado de 14 segundos.
Ese europeo marcó el principio de una fulgurante y exitosa carrera en el ciclocross internacional de promesas. Pocos meses después, en el Mundial de Bieles 2017 (Luxemburgo), se vistió con su primer maillot arcoíris de campeón del mundo en una jornada histórica para el ciclocross británico, ocupando todas las plazas de podio con Ben Turner, Daniel Tulett y el propio Pidcock.
No bastó con arrasar en ambos campeonatos. Pidcock también demostró sus dotes de gran rodador ganando la contrarreloj individual del Campeonato del Mundo Junior de 2017 en Bergen. Posiblemente el mejor colofón en su temporada de presentación ante el gran público.
Pasarela Sub23 hacia el estrellato

2018 no supuso, ni mucho menos, una bajada de rendimiento o un mayor anonimato del corredor británico en su primera temporada Sub23, con sólo 19 años. Pronto se erigiría como dominador en los circuitos de ciclocross, haciendo gala de su gran agresividad y voracidad en carrera ganando de nuevo el Campeonato del Mundo, la Copa del Mundo Sub23 (apuntándose 4 de las 7 pruebas) y de nuevo el Campeonato de Europa.
Estaba claro que la categoría se le quedaba corta, a pesar de tener enfrente a grandes rivales como el belga Eli Iserbyt o su compatriota Ben Turner. Por ello en la siguiente temporada saltó directamente a profesionales de la mano del Trinity Racing, con un desafío mayor: el de enfrentarse cara a cara con los grandes del barro: Van der Poel, Van Aert o Toon Aerts.
Su debut en la élite del ciclocross no fue tan fulgurante como en el Sub23, pero su adpatación a la mayor exigencia de competición fue perfecta y llena de buenos resultados. En su primer año como crosser élite, Pidcock ganó el campeonato de su país, acabó segundo en el Mundial por detrás de Van der Poel y sumó dos podios en dos de las carreras más prestigiosas del calendario: El Koppenbergcross y el GP Sven Nys.
Pandemia y regreso por todo lo alto en carretera

La pandemia del coronavirus dejó en espera por unos meses la progresión de Tom Pidcock como neoprofesional. Pero una vez finalizado el parón, el inglés, enrolado en el equipo continental Trinity Racing, y tras haber corrido las dos temporadas anteriores en el equipo de desarrollo de talentos de Bradley Wiggins, acabó por explotar también en la modalidad reina.
Mientras negociaba su contrato de tres temporadas con el Ineos-Grenadiers, Pidcock arrasaba en el Giro Sub23 ganando tres etapas (dos de ellas en final en alto) y la clasificación general de la prueba. Fue el espaldarazo definitivo para su entrada en el World Tour la temporada 2021, con el equipo de mayor presupuesto del pelotón.
Clasicómano, ¿y algo más?

Pidcock siempre ha tenido predilección por carreras de un día. Ganó la París-Roubaix de Juniors en 2017 y también la Sub23 en 2019, además de un bronce en el Mundial Sub23 de fondo en carretera de ese mismo año.
Unos precedentes que le sirvieron de base para presentarse en esta última temporada de primavera como corredor a tener en cuenta. Dave Brailsford no dudó en otorgarle galones para las grandes clásicas, a pesar de insistir, tras anunciar su fichaje, que irían desarrollando su talento lentamente. Brailsford acertó otorgándose su confianza y Pidcock respondió con una campaña de clásicas excelente: victoria en Flecha de Brabante, 2º en Amstel Gold Race, 5º en Strade Bianche y 6º en Flecha Valona.
Los planes de Ineos con Pidcock pasan por desarrollar lentamente su talento, aunque ya goza de liderazgo en algunas pruebas
Queda la duda de que las clásicas sean la máxima aspiración del británico y no prueba objetivos mucho más ambiciosos, como una gran vuelta, cuando se consolide más como profesional. Estando en Ineos-Sky, una estructura que siempre ha sacado lo mejor de cada ciclista para las grandes rondas, no es descartable que Pidcock se convierta en el sucesor de Chris Froome, y que Brailsford monte un equipo alrededor de él para convertirlo en el próximo ganador británico del Tour.
Mountain Bike, el tercer pilar de Pidcock

Además de combinar calendario de ciclocross con carretera, el británico se propuso como objetivo buscar el oro olímpico en Mountain Bike en Tokio 2020. Para ello realizó una preparación y programa de carreras específico entre 2019 y 2020 que desembocaría en la cita olímpica del verano.
Sin embargo, el aplazamiento de la prueba por el coronavirus truncó sus planes. Lo visto en el Mundial y las Copas del Mundo Sub23 2020 aplazadas al mes de octubre dieron buena cuenta de su potencial como biker. Ganó ambas pruebas, con un sorprendente manejo del aspecto físico y también del técnico. Y de propina se exhibió en el Mundial de E-MTB en un circuito completamente embarrado.
Su carácter todoterreno, ambición y agresividad en carrera se han plasmado perfectamente en los circuitos de Cross Country. Por eso no es casualidad que el fin de semana pasado en la Copa del Mundo de Albstadt fuera capaz de remontar hasta 71 posiciones para acabar 5º en meta. Tras esta hazaña, las aspiraciones de Pidcock en el MTB se disparan y ya se posiciona como uno de los grandes favoritos al oro olímpico en los Juegos de Tokio del próximo mes de julio.
Palmarés de Tom Pidcock
Ciclocross
Subcampeón del Mundo Élite (2020)
Mundial Sub23 (2019)
Mundial Junior (2017)
Campeón de Europa Sub23 (2018)
Campeón de Europa Junior (2016)
Copa del Mundo Sub23 (2018/2019)
Carretera
Flecha de Brabante (2021)
2º Amstel Gold Race (2021)
Bronce Mundial de ruta Sub23 (2019)
Giro Sub23 (2020)
Campeón del Mundo Junior CRI (2017)
Mountain Bike
Campeón del Mundo Sub23 (2020)
2 victorias en la Copa del Mundo Sub23 (2020)