Toni Marín consigue un reto titánico: el Maratón de Sables y la Titan Desert, consecutivos

Toni Marín consigue un reto titánico: el Maratón de Sables y la Titan Desert, consecutivos

Para la mayoría de los participantes en la Titan Desert, finalizar la prueba ya es un desafío en sí mismo, pero para el ‘titán’ que protagoniza esta historia, Toni Marín, se trata del menor de los retos que acaba de completar.

Este triatleta catalán de 36 años ha conseguido finalizar, de forma consecutiva, los dos mayores retos deportivos del mundo en el desierto del Sáhara: el Maratón de Sables y la Titan Desert. Para conseguirlo, en primer lugar ha tenido que contar con la fortuna de que ambas pruebas se alineen en el calendario. “El Covid hizo que se aplazaran las dos pruebas. Tenía las dos programadas y cuando vi la cercanía entre ambas, no quise tener que elegir. Porque a Sables iba por una responsabilidad solidaria y a la Titan Desert me tiraba el corazón”.

De este modo, Toni contactó con ambas organizaciones para tratar de encajar las dos pruebas a la vez y el reto ya estaba en marcha. “En ese momento decidí hacer las dos, si ambas organizaciones me permitían cuadrarlo. El Maratón de Sables como evento es del 1 al 11 de octubre, pero la carrera como tal es del 3 al 9. Si Maratón de Sables me permite salir el día 9 y la Titan Desert llegar el mismo día 9 a última hora para estar en el briefing y salir el 10 a pedalear, lo intentaría”.

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Una experiencia extrema en el desierto

El Maratón de Sables es una carrera a pie por el desierto dividida en siete etapas. Está considerada como una de las más duras del mundo puesto que, además de la distancia, 250 kilómetros, es una prueba de autosuficiencia, cada participante debe llevar encima todo el material que necesitará durante la carrera, desde el alimento hasta la ropa o incluso un succionador de veneno ante posibles picaduras de serpientes o escorpiones.

Por si no fuera suficiente, este año ha sido una de las ediciones más duras, con una ola de calor impropia de estas fechas llegando a 52 y 54 grados en dos de las etapas. Los participantes deben enfrentarse a condiciones extremas y, de hecho, en esta edición lamentablemente ha fallecido un corredor en la duna de Erg Chebbi, lugar por el que también pasaría la Titan Desert tan solo una semana más tarde.

Toni nos lo explica: “Éramos 640 participantes y solo hemos acabado el 50%. La Maratón de Sables ha sido un campo de refugiados, con todo el respeto. Es la primera vez que iba y no creo que repita. Te levantabas por la mañana y veías gente abandonar, deshidratados, los que seguíamos nos arrastrábamos, ha sido una edición especialmente dura y triste”, sentencia.

La comparación con la Titan Desert, para quienes consideramos esta carrera de Mountian Bike como un reto deportivo mayúsculo, resulta llamativa: “Si hubiera sido al revés seguramente no lo hubiera hecho, pero en este orden vienes de la nada y la Titan parece un hotel de cinco estrellas. El avituallamiento aquí es de agua fría. Sables parece que no quiera clientes porque su objetivo es ‘putearte’ cuanto más mejor, la Titan Desert es todo lo contrario, te ponen facilidades para disfrutar y repetir”.

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Un medio para un fin mayor

Todo este esfuerzo tiene detrás un fin solidario. Toni Marín acudió a la Maratón de Sables con el objetivo de recaudar fondos para la Fundación 5H, cuyos beneficios irán destinados a la creación de un espacio lúdico para personas con discapacidad en Lleida.

“En la Maratón de Sables sí buscaba una buena posición final porque del resultado dependía la visibilidad del proyecto solidario, por suerte ha salido bien. En la Titan Desert sabía que si podía pedalear lo iba a disfrutar. Me han dolido los pies en las bajadas más técnicas y no he dado el nivel que debería, pero vine a disfrutar de la experiencia y a terminar”.

Toni Marín no ha necesitado un plan de entrenamiento específico para lograr ser finisher en ambas pruebas. Es un consumado triatleta con especial dedicación a las distancias Iron Man y Ultraman, por lo tanto está acostumbrado a cruzar ambos deportes en sus entrenamientos. “Al Maratón de Sables llegaba con poco entrenamiento en cuanto a cargar con peso en la mochila” confiesa, “pero durante la pandemia he podido entrenar mucho en bici así que sabía que si terminaba Sables, lo más duro ya estaba logrado”.

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Justo a tiempo para llegar a Boumalne Dades, sede de las dos primeras etapas, y poner a punto su bicicleta, Toni Marín tuvo tiempo para bromear con la organización. “Le pedí a Manu Tajada que no me ponga muchas etapas en las que tuviera que caminar”, comenta entre risas.

“La Titan Desert es una carrera que se disfruta mucho. Es verdad que en carrera sufres, pero luego vives el campamento, el restaurante, la haima, haces grupo con otros participantes... Es una carrera para vivir el espíritu Titán”. Toni Marín ha completado su tercera Titan Desert consecutiva, pero sin duda esta es la más especial, porque a diferencia del resto de participantes, su carrera ha constado de 900 kilómetros en el desierto, mezclando dos disciplinas y una experiencia inolvidable.

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