Bici renovada para un equipo que quiere ser protagonista y buscar victorias en las principales carreras del calendario. Así es la nueva Madone con los colores y el montaje oficial de los corredores del Trek-Segafredo.
Hace unas semanas compartimos concentración y presentación del material oficial del equipo Trek-Segafredo, en la costa alicantina. Unas jornadas en las que los propios corredores y staff del conjunto World Tour nos desvelaron las bicicletas y material con el que correrán en 2023, además de charlar con algunos de ellos y compartir kilómetros de entrenamiento.
En esta presentación brillaba con luz propia la nueva Trek Madone. La bicicleta aero de la marca norteamericana se ha renovado profundamente para esta temporada 2023 y será una de las bicicletas que usará el equipo para competir, junto con la Émonda. Pudimos ver y analizar en detalle su innovador cuadro y elementos del montaje.
Trek Madone SLR 2023 Trek-Segafredo, en detalle
Tomamos como base el montaje general para todos los corredores del equipo que, como es habitual, suele cambiar el montaje ligeramente en función de las necesidades de cada ciclista. Pero todas comparten los siguientes elementos.
Para empezar, su cuadro de fibra OCLV Serie 800 es el de mayor calidad y ligereza de la marca. Una estructura que estiliza y alarga su tubería con respecto al modelo anterior y prescinde de la microsuspensión IsoSpeed. En su lugar, presenta el triángulo IsoFlow en la parte superior del tubo de sillín.
El IsoFlow es una solución inédita de Trek con múltiples ventajas. Rebaja peso con respecto a la rótula IsoSpeed, permite una flexión ligera del tubo para absorber vibraciones y facilita la canalización del flujo del viento por su abertura, para reducir la resistencia aerodinámica.
La bici del Trek-Segafredo 2023 también estrena el manillar exclusivo en carbono de la Madone. Un diseño inédito con manillar y potencia integrados 3 cm más estrecho en la línea de manetas. El alcance también es más corto, lo que permite al ciclista adoptar una postura acoplada más cómoda, según las pruebas de Trek con los corredores. A su vez, proporciona mayor control de la dirección en las curvas para mejores y más rápidas trazadas.
Por otro lado, este nuevo manillar Madone es capaz de guiar en su interior los cables de ambos frenos, que sobresalen por la parte baja para volver a internarse en el cuadro por una abertura en la dirección. La tija, por su parte, también contribuye a la mejora de la resistencia aerodinámica, gracias a una prolongación hacia arriba del tubo del sillín y el anclaje de la tija perfilada recta y sin retroceso, también propia del modelo.
Hay que aclarar que no todos los corredores del Segafredo utilizan este nuevo manillar integrado. Hay otros, como el del Alex Kirsch, que montan uno inédito de la serie Bontrager Race Shop Limited, que aún no hemos visto en el mercado, y potencia convencional de carbono Bontrager XXX. Llama la atención su estrechez y el diseño aero con retroceso para el apoyo central, al igual que el integrado Madone.
Pasamos directamente al capítulo del montaje de esta Trek Madone SLR de competición. En el Trek-Segafredo el grupo de transmisión lo firma SRAM, en su versión de competición Red eTAP AXS. Un cambio inalámbrico con cuatro temporadas ya de presencia en el pelotón, así como en los montajes de serie.
Se vale de bielas de carbono con potenciómetro Quarq integrado en la araña, también construida en carbono. El medidor de potencia tiene una precisión del 1,5% de margen de error y no se ve afectado por las condiciones climatológicas gracias a su carcasa hermética.
El doble plato, por su parte, es de aluminio y engrana la característica cadena Flattop de SRAM con borde externo plano. El desarrollo de base elegido es el 54/41 T, con cassette XG-1290 de 12 coronas y rango 10-26 o 10-28 dependiendo del corredor o el tipo de carrera que se vaya a afrontar. El grupo viene acompañado de los pedales Time XPRO 10 con cuerpo de carbono y un peso de 224 g el par.
En cuanto a las ruedas, el equipo confía en la marca de la casa Bontrager, con el modelo Aeolus RSL con perfil de llanta de 51 mm o 62 mm, según preferencias. Aerodinámicas, versátiles y muy ligeras para esta medida de perfil, con 1.410 g el par (51 mm).
Las ruedas Bontrager Aeolus RSL están preparadas para tubelizar y son exclusivas para el montaje con frenos de disco. Así, el neumático elegido es el Pirelli P Zero Race TLR con opciones de ancho de 26, 28 y 30 mm. Cuenta con carcasa TechWALL +Road con protección mejorada antipinchazos que contiene el peso, además del compuesto SmartEVO que proporciona un gran agarre tanto para condiciones de seco como mojado.
Los frenos forman parte del grupo SRAM Red, con maneta de carbono ajustable en alcance y punto de contacto. Los discos, por su parte, son los SRAM Centerline XR, con pieza central en aluminio y 140 mm de diámetro en ambas ruedas.
Terminamos con el sillín, un Bontrager Arvada Pro con raíles de carbono y longitud de 270 mm. Algunos corredores también montan el modelo Aeolus RSL con nariz más corta (250 mm de longitud) y canal central antiprostático. Los portabidones también son de la marca de componentes de Trek, concretamente el modelo clásico Bat con su fabricación respetuosa con el medio ambiente, ya que está hecho con el plástico reciclado extraído del fondo de los océanos.