Los archicomentados y ultradebatidos cambios del UCI World Tour, la reforma que el máximo organismo internacional presentaba como la revolución que hiciera del ciclismo un deporte “con un futuro brillante”, todavía cuando McQuaid presidía el ente, ya están aquí. Al final se trata de una reforma muy light. Como si estuviéramos hablando de una Coca-Cola Zero y sin cafeína. Pero sí que habrá cambios importantes en 2017.
El primero de ellos, el estrechamiento de esta primera división. Van a pasar de 18 a 17 equipos ya en este próximo año, y eso significa que no caben todos los que están. Con la desaparición de Tinkoff e IAM, al menos se ha evitado que la pelea no fuese una carnicería, porque por debajo han surgido otras dos formaciones que pretenden meterse en la máxima categoría de este deporte, que al fin y al cabo es la que da acceso directo a las carreras que otorgan más retornos en patrocinios.
Lucha a tres bandas
Pero como hay que reducir una plaza, de estos tres uno se va a quedar fuera. Y hay una escuadra que tiene todas las papeletas: la italiana Lampre-Merida. Porque por el momento los dos equipos que optan a licencia WT son el continental pro Bora-Argon18 –que se llamará Bora-Hansgröhe- y el Bahrain Cycling Team de nuevo cuño. Ambos equipos se han movido ya este verano y han anunciado nombres potentes, así como nuevos patrocinadores. Lampre, nada de eso.
Es más, la escuadra de la familia Galbusera ha perdido a su copatrocinador: Merida, que se marcha precisamente a Bahrain. Y también a Rui Costa. Además, el nuevo equipo pérsico también supera la cuestión geográfica, y es que Italia nunca ha estado sin representación en el World Tour, pero la influencia transalpina del Bahrain-Merida es muy marcada. Además de Nibali, que ya confirmó su pase, el equipo ha firmado hoy a Giovani Visconti y Manuele Boaro. Raro será que Agnoli y Vanotti, de máxima confianza del ‘Squalo’, no lo acompañen también. La marca de bicis inyectaba tres millones de euros en Lampre, que no ha anunciado un sponsor secundario.
Por el otro lado, Bora ha fichado ya al campeón del mundo Peter Sagan. Y no irá solo. Entre los fichajes con los que se ha relacionado al cuadro alemán también figura el polaco Rafal Majka. Hoy se ha concretado la marcha de Phil Bauhaus al Giant. Pero la presencia de Sagan ya es por sí sola suficiente para que los alemanes pidan paso en el World Tour.
Más calendario
Otro de los cambios del WT es que se incluyen diez nuevas pruebas: la Cadel Evans Great Ocean Race (29 de enero) dará un nuevo día de competición en Oceanía y fijará la presencia de los mejores equipos en el continente durante el verano austral, y el ascenso del Tour de Qatar y el Tour de Abu Dhabi –que se mueve desde octubre- harán que el febrero pérsico siga ganando peso frente a las pruebas europeas. Muchas de ellas, por cierto, en nuestro país.

La temporada de clásicas va a empezar el mismo día, con la Omloop Het Nieuwsblad, que también entra en el WT. También entran Strade Bianche y Dwars door Vlaanderen, como antesala a los Monumentos Tour de Flandes y Roubaix. También Turquía, que tendrá que reducirse a seis etapas. En mayo ingresa la Echsborn – Frankfurt para dar entrada al pujante ciclismo alemán, mientras se concreta o no la resurrección de la Vuelta a Alemania. También los Estados Unidos tendrán su carrera en la máxima categoría con el Tour de California (14-21 de mayo).
El último país que faltaba, Reino Unido, también ve incluida una carrera en el WT con la Prudential Ride London (30 de julio), justo después del Tour. No estará, por el contrario, la única carrera española que se postuló para ingresar en este nuevo diseño de calendario. Sí se quedan todas las pruebas de ASO, que en el otoño de 2015 amenazó con sacarlas en plena guerra ASO-UCI. Esto hará que, por ejemplo, el último fin de semana de julio coincidan la Clásica de San Sebastian, la Prudential Ride London y el Tour de Polonia. Tres pruebas World Tour el mismo día.
De momento, estos son los cambios de la elite mundial del ciclismo. Por el momento las carreras no reducirán sus días de competición en 2017, ni los equipos tampoco estarán obligados a reducir plantilla. Dos de los puntos conflictivos que se debatieron y que no se van a aplicar. Por ahora.