Tuscany Trail: Una aventura de bikepacking por la Toscana

Tuscany Trail: Una aventura de bikepacking por la Toscana

Hay veces que el cerrarse una puerta hace que se te abran otras hacia nuevas aventuras, como nos pasó con una prueba de gravel llamada 'Tuscany Trail'.

Suena el Teléfono…

Antonio Ortiz: Al final nos cancelan la carrera de Canadá también.

Jorge Padrones: ¿Así que nos quedamos sin ninguna de las carreras para el verano?

Antonio: Algo habrá que hacer...

Jorge: He visto un recorrido por la Toscana que se llama 'Tuscany Trail. Podemos hacer bikepacking, le añadimos el parque de Cinque Terre al principio y lo alargamos para llegar a Roma, ¿qué te parece?

Antonio: ¡Me parece genial! Allá vamos...

Así es como nos vimos Antonio Ortiz y yo un par de semanas antes, preparando un viaje a Italia para recorrer parte de Liguria, la Toscana y llegar a Roma en la región de Lazio en un recorrido de gravel.

Nos plantamos a las 5.30 de la mañana en el aeropuerto de Madrid con nuestras bicis metidas en cajas de cartón para partir a Pisa, donde llegamos a las 9 de la mañana. Una vez en destino, abrimos las cajas de nuestras bicis, las montamos, nos cambiamos y nos pusimos a pedalear por las calles de Pisa para visitarla, con nuestras bolsas de bikepacking como único equipaje.

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Una vez visitada Pisa cogimos un tren con nuestras bicis destino Monterosso donde comenzaba nuestra ruta. Llegamos sobre las 2 de la tarde ansiosos por pedalear, a pesar del madrugón, ya que sentíamos esa adrenalina que se tiene al comenzar algo emocionante.

Pasamos el resto del día pedaleando por al parque de la Cinque Terre, con sus bellos pueblos que saltean las Costa, haciendo parada en Riomaggiore para reponer fuerzas y seguir nuestro camino para dormir en Marina de Pietrasanta. Un recorrido que transcurrió en su inmensa mayoría por pequeñas carreteras dado que la orografía no da para pistas. Un trayecto escénico con maravillosas vistas sobre el mar y sus pueblos colgados.

Nuestro segundo día nos debería llevar a la ciudad de Florencia y nos adentraría en el interior de la Toscana, alejándonos poco a poco del mar. Los paisajes empezaban a cambiar y tomar forma de grandes colinas redondeadas y cipreses que franqueaban los caminos.

Seguimos parte del camino Franciscano que une Paris con Roma como vía de peregrinaje y cruzamos la ciudad de Lucca. Parada en el camino para avituallarnos en Vinci, ciudad natal del gran Leonardo Da Vinci e incluso el track pasa por la puerta de la que fue su casa natal donde aprovechamos para sacarnos una foto.

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Seguimos entre colinas y algunas duras ascensiones por pistas de piedras y senderos al con el 25% de pendiente para llegar al cauce del río Arno que atraviesa Florencia y por el que transcurrirían nuestros últimos kilómetros del día.

La entrada a una ciudad como Florencia, paseando por sus calles en bicicleta, es algo de difícil de describir y de una sensación que te llena. Aprovechamos para refrescarnos en la misma plaza del Duomo antes de ir a descansar.

La tercera etapa se prometía como un día de un bello recorrido que nos debía llevar hasta Siena que solo está a escasos 59 kms de Florencia pero que en nuestro recorrido serían unos 130 kms. El track este día se complicó bastante, pasamos por duras subidas y estrechos senderos por los que se hacía difícil avanzar, llegando a cubrir solo 20 kilómetros en las primeras 3 horas de ruta. Esto hizo que más adelante tomásemos la decisión de modificar la ruta y tomar un camino algo más fácil por pistas hacia Siena que nos permitiera llegar a la hora de dormir.

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Hoy en día es mucho más fácil organizar las rutas con los medios que hay y las aplicaciones como Komoot, que te dan gran variedad de opciones y versatilidad a la hora de replantear un recorrido.

En nuestra llegada a Siena recorrimos el último tramo de la Strade Bianche y la última subida a la Piazza del Campo donde tantos ataques hemos visto, aunque en nuestro caso con las bicicletas mucho más cargadas.

La cuarta jornada nos llevaría al interior profundo de la Toscana y sus zonas más rurales y fue la jornada que nos regaló los paisajes más auténticos y bellos que todos identificamos con la Toscana. Además, nuestro recorrido coincidía con parte de L’eroica y de la Strade Bianche, recorridos con belleza y solera ciclista.

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También tuvimos que modificar el track original en su final y movernos unos kilómetros más al este ya que donde en principio debería terminar nuestra jornada no había ningún alojamiento disponible. Por lo que terminamos en un pequeño y encantador pueblo amurallado llamado Abbadia San Salvatore en el que las casas se mantienen igual que hace siglos. Tras dos horas de incesante tormenta y temperaturas bajas, ya que subimos hasta los mil metros, agradecimos la ducha caliente.

El penúltimo día de recorrido nos debía llevar a la isla de Orbetello pero al igual que el día anterior fue misión imposible conseguir un alojamiento en 50 kms a la redonda, ya que no dejaba de ser agosto en la costa italiana, por lo que era muy complicado conseguir un sitio para dormir. Llegamos a encontrar una tienda de campaña doble en un camping por 90 euros las noche, por lo que nos desviamos hacia Civitavecchia por pistas y pequeñas carreteras, visitando pintorescos pueblos como Sorana, Sovana o Pitigliano.

Al amanecer el sexto día estábamos a las puertas de Roma, el destino final de nuestra aventura. Los últimos 90 kilómetros que aprovechamos para darnos un baño en el mar a mitad de camino y hacer una ruta turística por los monumentos más emblemáticos de Roma, terminando en el Coliseo. Sin duda el broche de oro para un magnífico recorrido.

Aunque la aventura no acaba allí, al día siguiente tuvimos que buscar cajas de cartón que nos permitieran facturar nuestras bicicletas, para luego cortarlas, adaptarlas a las medidas de la compañía aérea, y empaquetarlo todo para emprender nuestro camino de vuelta.

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Durante nuestra ruta hicimos una media de 9 horas de bicicleta al día y un par de paradas rápidas para reponer fuerzas, haciendo de la cena temprana la comida fuerte del día. No llevamos nada de alimentación, comiendo solo lo que íbamos comprando y encontrando por el camino; los paninis, las fantas y los expresos fueron nuestra salvación algún que otro día.

Capítulo aparte merece la gastronomía, algo digno de disfrutar cada día con las diferentes especialidades de cada zona ya que en Italia es posible comer muy bien a precios razonables y terminar con los famosos ‘gelatos’ que nos aportarán algunas de las calorías que necesitábamos para recuperarnos de nuestros esfuerzos.

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Por suerte en nuestra ruta no tuvimos ningún percance mecánico, las bicis y el material se portaron de maravilla.

En general, para lo que la mayoría de la gente puede buscar a en una ruta por la Toscana, el recorrido del 'Tuscany Trail' lo encontramos un poco rebuscado, añadiendo muchos senderos y pistas pedregosas en mal estado que hace lento el paso de los kilómetros sin aportar belleza al recorrido, ya que se trataba de zonas muy cerradas y boscosas sin vistas que tampoco llevaban a ningún sitio singular.

Notamos que había partes que disfrutábamos más cuando nos desviábamos de la ruta original y planificábamos la nuestra propia con Komoot en modo gravel. Sin duda la zona que más nos gustó fueron los alrededores de Siena donde se pueden hacer muchos recorridos de gravel y ofrece un sinfín de alternativas con un entorno típico Toscano.

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Dicen que el final de una aventura es el principio de la siguiente por lo que al llegar a Madrid decidí ir a mi casa en Valladolid en bici, cruzando la sierra por las pistas de la Fuenfría y atravesando tierras segovianas hasta llegar a Valladolid y es que la aventura siempre está ahí, incluso en la puerta de tu casa, sólo hay que buscarla, pero eso es ya otra historia…

Qué material llevamos en nuestro bikepacking:

- 2 Culottes cortos

- 2 Maillots cortos

- 1 Chaleco

- Manguitos

- Chubasquero

- 1 Pantalón corto

- 1 Bañador

- 2 camisetas

- 1 plumífero

- 1 Buff

- 1 zapatillas de calle

- 1 zapatillas de bici

- Toalla

- Repuestos

- Aseo personal

- Cargadores y batería externa

- Casco

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Bolsas de Bikepacking:

Bolsa de Sillín – 14 Litros

Bolsa de Manillar – 9 Litros

Bolsa de Cuadro- 5 Litros

Bolsa sobre tubo – 1 Litro

Link al recorrido en Komoot.

Autor fotos: @antonioortizbike 

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