Quién le iba a decir a Jon Odriozola. O siquiera a los gerentes de la constructora vasca Murias que la apuesta por ascender a categoría Profesional Continental iba a salir como está saliendo. El Euskadi-Murias vasco ha conseguido hoy su sexta victoria de la temporada 2018 y se sitúa como el segundo conjunto de España, por detrás de un Movistar Team que compite en otra categoría, que tiene otro presupuesto radicalmente distinto y que no vive en una realidad comparable.
Ha sido en la Volta a Portugal, en la séptima etapa con llegada en alto en el Santuario de Nostra Senhora de Grazia. Un ascenso de cuatro kilómetros que se ha subido a toda mecha desde abajo, comandado por los ciclistas del W52-FC Porto. Un equipo que está encaminado a ganar la ronda portuguesa por sexta vez consecutiva con Raúl Alarcón que apunta a la segunda consecutiva. Y sin embargo, Enrique Sanz se ha puesto a su rueda, lo ha adelantado con una arrancada tremenda que ha sacado de rueda al resto del pelotón y ha entrado vencedor.
Calidad… y variedad
Pero ya no se trata de ganar. Que evidentemente también. Sino del valor que tiene sacar seis victorias con seis ciclistas diferentes. Después de tres meses buscándola sin encontrarla y llevándose en el camino segundos, terceros y cuartos puestos, Jon Aberasturi abrió la lata en la Vuelta a Aragón.
Dos días más tarde y en la misma carrera, Mikel Bizkarra hacía lo propio en Aramón Cerler. Y por si fuera poco, a final de mes Eduard Prades remataba la faena ganando el Tour de Noruega por delante de gente como Edvald Boasson Hagen. Un mes de mayo redondo para un equipo que lo había intentado de todas las maneras.
Y si hubo un mes talismán para el conjunto vasco, también hay un país que le está deparando especial fortuna: Portugal. Primero, en el Trofeu Joaquim Agostinho-Torres Vedras, el jovencísimo y prometedor Cyril Barthe (1996) se apuntaba la segunda etapa. Luego llegaría la quinta victoria en el GP Nacional 2 con otro joven valor de la inagotable cantera euskaldun: Julen Irizar (1995). Y ahora, esta de Sanz.
En crecimiento
La idea del equipo es no parar aquí. La directiva entiende que una vez llegados a este punto y con el año que está saliendo, mantener el bloque es fundamental. Pero para eso será necesario un presupuesto más alto. Es probable que ciclistas como Eduard Prades tengan ofertas de cara a 2019, y un proyecto deportivo y económico mejor ayudaría a retener a las figuras dell equipo mientras se sigue subiendo a otros buenos ciclistas que piden un salto desde amateur.
¿Y cómo buscar un mejor proyecto deportivo? Este año todavía falta la Vuelta a España, donde a la vista está que el equipo llega centrado y con ganas de agradar. No faltarán sus señas de identidad: la garra y la combatividad en todos los terrenos. Pero para temporadas venideras el equipo confía en entrar en el circuito de carreras de ASO, que sin duda sería un enorme paso adelante. Un proyecto con ambición, ganas de crecer… y una temporada de estreno en el máximo nivel difícilmente mejorable.