VIAJE A ESCOCIA: PUMP IT UP

Transportar tu bici en un pequeño bote puede ser el pasaporte a una gran aventura e increíbles singletracks, siempre que no te importe mojarte un poco...

VIAJE A ESCOCIA: PUMP IT UP

“Parece mas lejano ahora que me lo miro estando sereno”, murmura Tadj, con mas sorpresa que preocupación. Delante de nosotros, tirado en las piedras de la playa , yace el mapa que nos guiará hasta nuevos senderos, pero no nos preocupa la ruta, sino el hecho de tener que mojarnos en esta fría mañana y atravesar 15 km de aguas abiertas en unos pequeños kayaks antes de llegar a nuestro destino. En realidad, navegar con un kayak de mar no debe ser tan difícil, muchos exploradores lo usan para atravesar la Antártida y otros retos similares. El problema va a ser que para poder transportar nuestras bicis, hemos atado a la parte trasera del kayak, como si fuera un remolque, unos pequeños botes hinchables, con lo que nuestro efectivo modo de remar se ha convertido es un penoso arrastre.

undefined

Pero aquí estamos, empaquetando bolsas de vivac y nuestro kit para pasar la noche en los compartimientos de los kayaks y volviendo a comprobar que los nudos que sujetan nuestros botes y bicis están bien apretados. Por delante, una mañana de esfuerzo, sufrimiento y algunos problemas mecánicos, pero también el inicio de tres días de una aventura inolvidable.

Embadurnados en repelente de insectos, zarpamos hacia las cristalinas aguas, en dirección a un conjunto de pequeñas islas que se alzan en la lejanía, con nuestros botes hinchables de dudosa calidad haciéndonos el avance más torpe y lento de lo deseado.

Y es que bicis y barcas no es una combinación natural, y la idea de combinarlas surgió entre Nick Bayliss, de Royal Racing, y yo mismo, pensando en la gran cantidad de ríos y lagos existentes en Reino Unido y buscando la forma de realizar una aventura diferente, usando kayaks. El problema fue cómo transportar las bicis, y después de darle muchas vueltas, decidimos usar los botes hinchables como tráilers y elegimos la costa oeste de Escocia como nuestro objetivo.

undefined

Loch Morar y su política de acampada libre sin problemas nos pareció una de las mejores opciones, con un precioso sendero que recorre sus costas y el pequeño pueblo de Mallaig de campo base de nuestra aventura y punto de recarga de cerveza...

Pero Mike, de la empresa Sea Kayak Highlands, no ve tan claro el plan. Nos advierte que el problema real será el viento. Su empresa se dedica a recorrer la zona en kayaks de mar, desde Arisaig hasta la isla de Skye, llevando turistas a ver colonias de focas y delfines. No está acostumbrado a ver gente arrastrando botes con bicis en su kayak, y nos advierte que si el viento comienza a soplar, la corriente nos arrastrará junto con nuestras bicis, haciendo imposible avanzar.... “Lo probaremos”, le contesto mientras miro a mis dos compañeros de aventura, fingiendo que somos buenos remando, y rezando para que el viento no haga acto de presencia o que al menos lo haga a nuestra espalda.

Una vez en el loch (lago), zarpamos con un ritmo suave y continuo, con largas y suaves remadas, aplicando la fuerza justa para avanzar rítmicamente, pero sin demasiada fuerza. Estamos en el mes de mayo y tenemos mucha suerte: nuestro día comienza con cielos azules con la luz de la mañana, y poco podíamos esperar que nuestra vuelta sería, días más tarde, inmersos en una furiosa lluvia y luchando contra el viento de cara. Dos horas más tarde alcanzamos tierra para un descanso merecido. Remar en kayak es exigente para los brazos y torso, algo que notaremos más tarde mientras descendemos por el rocoso terreno en nuestras bicis. Miro a mis compañeros, con experiencia limitada a un fin de semana en el kayak, y vuelvo a rezar para que no gire el tiempo, algo que me preocupa hasta a mí, que he remado toda la vida, incluso en un plano competitivo.

undefined

Además, a pesar de estar en mayo, el agua del Loch está congelada, lo que significa que volcar en nuestras embarcaciones supondría un gran riesgo de hipotermia a menos que consiguiéramos un rescate inmediato. Decidimos reseguir la ruta cerca de la costa y las playas, por seguridad.

Nos lleva cinco horas alcanzar nuestro punto de acampada en Swordland. Sacamos nuestros kayaks y botes del agua y montamos campamento. De repente un gigante pastel de cumpleaños emerge del kayak de Tadj mientras anuncia la celebración, regada con varias botellas de whisky, que consumimos alrededor de un fuego mientras intentamos alejar la cantidad ingente de mosquitos que intentan atacarnos, mientras el sol se oculta tras el horizonte. El lugar es todo para nosotros.

Es justo decir que el sendero que recorremos al día siguiente es tan excelente como cualquier otro que podríamos recorrer por el mundo. Y también es justo decir, en contra de nuestra aventura, que es un sendero que en realidad también puedes alcanzar sin necesitar un kayak... Este recorre toda la costa oeste del Loch Morar y puedes iniciar la ruta desde el pueblo de Morar o coger el ferry de Knoydart desde Mallaig hasta Tarbet, y comenzar a pedalear de vuelta desde allí hasta Swordland. Pero de todas formas, para iniciar nuestra primera aventura en kayak, nos pareció una buena introducción, y al menos, si nuestros kayaks eran engullidos por el monstruo del Loch Morar, al menos podríamos volver en bici hasta la civilización.

Me gusta hacer vivac porque es simple, básico y fácil. Nos ahorra tiempo al tener que montar el campamento o meter las cosas en el kayak, así que tenemos más tiempo para andar en bici. Nos dirigimos en primer lugar al trail de Tarbet, para echar un ojo a la zona de Loch Nevis, una de las candidatas para una próxima parada de nuestros kayaks. El sendero es una mezcla esquizofrénica de singletrack con mucho flow y ritmo, pero también de grandes escalones de esos que no puedes dudar y que piden mucho tacto y control de la rueda delantera. Si fallas, tienes baño garantizado en el helado lago. El camino nos remonta y nos vuelve a hacer descender repetidamente hasta las orillas del lago en innumerables ocasiones hasta llegar al lugar donde dejamos nuestros kayaks ayer. Es hora de comerse una barrita energética, dar la vuelta y rehacer el camino para volver a nuestro campamento del día, después de una ruta que nos ha dejado más de 750 metros de desnivel acumulado.

undefined

Las enormes rocas y charcos embarrados nos mantienen alerta todo el tiempo, y los cortos pero duros repechos castigan nuestros pulmones. De repente, un charco más grande de lo habitual se ceba con nosotros, especialmente con Nick, que trata de atravesarlo, pero sale disparado por encima del manillar después de hundir su rueda hasta el buje en barro. Él acaba mojado, pero la peor parte se la lleva su Santa Cruz, que ha tenido la mala suerte de golpear una roca afilada en la vaina y la ha partido en dos, así que la vuelta hasta el campamento se hace larga y lenta para el grupo. La rotura de la bici puede que haya cambiado los planes que teníamos para hoy, pero no ha disminuido nuestras ganas de vivir esta aventura. Así que cargamos nuestras bicis en los botes hinchables, nuestros kayaks, y partimos en dirección a nuestro segundo vivac del viaje. Son dos kilómetros de travesía a través del loch, y por suerte el tiempo aún está de nuestra parte. Y es que nuestra travesía cruza la parte más fría y oscura del lago, con más de 300 m de frígida caída, que se muestra oscura bajo el casco de nuestras pequeñas embarcaciones. Prohibido volcar aquí.

Nuestra pequeña travesía de hoy termina con la visión de un increíble spot para acampar, entre medio de verdes campos y una playa de arena fina, donde nos damos un baño rápido antes de la puesta de sol, que disfrutamos con una cerveza en la mano. La vida es bella...

Los planes de mañana se han ido a pique por la rotura de la bici, y los ánimos decaen aún más cuando oímos el repiquetear de la lluvia en nuestros vivacs. Cuesta trabajo incorporarse con estas condiciones, aunque la visión de nuestro campamento es idílica, incluso bajo la lluvia. A nuestras espaldas, un majestuoso bosque atraviesa la colina, mientras al otro lado del lago divisamos columnas de niebla que ocultan el sendero que tenemos justo enfrente. Nos envolvemos en Gore-Tex y subimos a nuestros kayaks para un último esfuerzo para volver al punto de partida, cuatro horas de remo con el viento de cara y la lluvia que no cesa...

undefined

Mis manos están arrugadas y sin sensibilidad, mi culo mojado y chorretones de agua se escurren por mi cara. Me duelen los hombros y el viento sopla tan fuerte que en ocasiones me quedo parado en medio del lago sin nada que hacer. Maldigo al bote hinchable donde cargamos las bicis como el culpable del efecto ancla que sufro, mientras un bote a motor pasa por el otro lado del lago sin ningún esfuerzo ni sufrimiento. Y de repente me doy cuenta de que si no fuera por ese maldito bote que ahora me hace la vida imposible, esta aventura no habría tenido lugar. No habría hecho vivac con mis amigos celebrando un cumpleaños en un sitio tan especial. No habría vuelto de pedalear para remar hasta una bella playa donde montar campamento. Así que saco energías de donde no las hay y sonrió en mi momentáneo sufrimiento. Y delante de mí puedo ver a Tadj y Nick haciendo lo mismo...

undefined

El realizar la ruta en lagos interiores hace que nos ahorremos luchar contra las olas, lo que requiere un mayor nivel de experiencia al remo. Escocia es un buen lugar para combinar remos y pedales, pero hay que tener cuidado porque la temperatura del agua es muy fría y puede ser letal en caso de accidente. Andy McKenna, de www.go-where.co.uk, tiene toda la información posible de rutas y trails en la zona y ofrece tours guiados por las Highlands.

Nosotros alquilamos nuestros kayaks en www.seakayakhighlands.co.uk por 30 libras al día, y la misma compañía ofrece tours guiados en kayak por la zona de Arisaig, Ya sea en Escocia o en los lagos de tu propia región, el hecho de cargar con la bici detrás de tu kayak abre nuevas posibilidades de aventura y convierte un mundano fin de semana en una oportunidad de exploración diferente, vivaqueando con tus colegas y disfrutando de la bici. Go paddle, Go Pedal!

5 COSAS A TENER EN CUENTA PARA HACER KAYAK CON BICIS

1- Cargar la bici en el bote es fácil, solo hay que sacar las ruedas, cargarlas en primer lugar y después poner el cuadro encima. Que nada afilado toque la superficie hinchable.

2- No todos los botes hinchables son iguales. Nosotros usamos un Intex Explorer Pro 200 de 30 euros de Amazon.com. También usamos un Sevylo Colorado Pro de 350 euros, y evidentemente este último era mucho más estable y capaz de cargar con dos bicicletas, a la vez que mucho más fácil de remolcar.

3- La impermeabilidad es lo más importante. Aunque metas las cosas en los compartimientos del kayak, van a acabar mojándose, así que pon todo en bolsas impermeables, sobre todo los sacos de dormir.

4- Intenta mantener el bote hinchable lo más ligero posible, es mejor meter más carga en el kayak y solo lo indispensable en el bote.

5- El viento es tu peor enemigo. Planea bien tu ruta, pero considera alternativas por si el viento es fuerte, ya que haría la aventura imposible.

undefined
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...